Una monja compartía con un árabe un compartimento de un tren cuando el árabe se puso a comer gambas.Cada vez que sorbía una, escupía la cola en dirección a la monja que tenía que quitársela de encima.Cuando llegó un momento en que no pudo más, la monja se levantó y pulsó el botón de parada de emergencia.El árabe la miró y le dijo: “te van a poner una multa de 250€, bruja católica”La monja se rió y le dijo: “cuando yo grite ¡VIOLACIÓN! y te huelan los dedos, te van a caer 20 años, sucio follacamellos.
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