Anna Tyskiewicz, futura condesa Potocka, disimulaba cuidadosamente un
estrabismo divergente. Pero Talleyrand, el patizambo más
célebre de la Historia, conocía esta discapacidad de la condesa. Ésta un día le preguntó: «¿Cómo le va,
Príncipe? ». « Cómo Ud. puede verme,
Señora », le respondió Talleyrand.