PUFFF QUÉ SUSTO...
Un señor esperando afuera del quirófano al doctor que está operando a su esposa y que acaba de tener un accidente muy fuerte.
Sale el doctor y le dice, lo siento, su esposa quedo muy mal, tuvo falta de oxigenación en el cerebro por la fractura de cráneo y el sangrado, así que quedó con parálisis cerebral y no puede mover nada, excepto los ojos, además, como perdió una pierna va a tener que cargarla constantemente, cambiarla de pañales cuando haga sus necesidades, y para colmo de males, puede hablar; por lo tanto va a escuchar todo el día puras mentadas de madre, ya que la medicina va a alterar el carácter en una forma exagerada, no podrá usted dejarla ni un momento sola y será dependiente de usted, por lo tanto se tendrá que llevar a su suegra a vivir con usted, para que le ayude lo que le resta de vida.
El señor está lívido de la impresión, sudando la gota gorda y casi llorando.
En eso, el doctor le dice, al mismo tiempo que golpea su hombro levemente:
No se me espante carajo! estaba jugando! ¡su mujer ya se murió!
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