Juan no tenía problemas y era feliz. Un día empezó a sufrir dolores de cabeza, ligeros al principio, pero que fueron aumentando hasta llegar a ser insoportables. Cuando su trabajo y su vida empezaron a ser afectados por este problema, Juan se decidió a ir al médico. El especialista lo examinó, realizó radiografías, muestras de sangre, de heces, de orina, y por fin le dijo: -Le tengo una noticia buena y una mala. -La buena es que puedo curarle sus dolores de cabeza. -La mala es que para hacerlo tendré que castrarlo. Usted sufre una rara situación en la que sus testículos oprimen la base de su columna vertebral, y eso le causa dolores de cabeza. La única manera de remediarlo es extirpar sus testículos. Juan quedó deprimido, pero sus jaquecas empeoraban y desesperado decidió someterse a la operación. Al salir del hospital, el dolor de cabeza había desaparecido por completo, pero se sentía abatido y desanimado, como si le faltara una parte de sí mismo (obviamente). -Lo que necesito es un traje nuevo- se dijo Así que entró en la tienda y pidió un traje. El vendedor lo observó por un momento y dijo: -Muy bien, talla 44. -¡Exacto! ¿Cómo lo supo?. -Es mi trabajo -repuso el vendedor-. Juan se probó el traje, que le quedó perfectamente. Mientras se observaba en el espejo, el vendedor le dijo: -¿Qué le parece una camisa nueva? Juan respondió: -Pues, ¿por qué no? -Veamos, ha de ser un 34 de mangas y dieciséis de cuello. - ¿Cómo lo supo? -Es mi trabajo -repitió el vendedor-. Juan se puso la camisa y mientras se veía en el espejo, el vendedor le dijo: -¿Unos zapatos nuevos? -Por supuesto -dijo-. El vendedor echó un vistazo a los pies de Juan. -Un 42 -¡Exacto! ¿Cómo lo supo? - Es mi trabajo -respondió el vendedor- Mientras Juan admiraba sus zapatos nuevos, el vendedor le preguntó: -¿Qué le parece si se lleva también unos calzoncillos nuevos? Juan por un segundo pensó en la operación que acababa de sufrir, y dijo: -¡Buena idea! -Debe ser calzoncillo de talla 36 -dijo el vendedor Juan se rió: -No, se equivoca. He usado talla 34 desde los dieciocho años. El vendedor negó con la cabeza: -No es posible que use la 34; -el calzoncillo estaría demasiado apretado, le presionaría los huevos contra la base de la columna y tendría todo el día un tremendo dolor de cabeza......!!!!!!!!!!!! |
LA INJUSTA NORMA 29
EL EUROMILLÓN DE DON RAMÓN
lunes, 4 de febrero de 2013
Chiste dolor de huevos
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